martes, 28 de junio de 2016

LAS LAGRIMAS DE CRISTO



En las Sagradas Escrituras, se registran 3 veces, en las que el Cristo llora.

Llorar por los demás es cargar con sus pecados, con su karma, y cuando eso ocurre, el que llora tiene poder de cambiar y transformar el karma de aquél por el que llora.
I - Cuando Jesús llegó a Betania Su amigo Lázaro ya estaba muerto. Lo habían enterrado cuatro días antes. La hermana del difunto salió al encuentro de Jesús. “Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba” (Juan 11:33-36).
II - Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación” (Lucas 19:41-44).
III - Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente” (Hebreos 5:7).
Jan Mostaert - Cristo de las lagrimas.

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